Más de la mitad de los refugiados sirios en Líbano vive en la pobreza extrema, un cinco por ciento más que en 2016, de acuerdo a una encuesta realizada por tres agencias de Naciones Unidas: Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
"Siete años después del comienzo de la guerra en Siria, a los refugiados en Líbano les resulta cada vez más difícil llegar a fin de mes y su dependencia de la ayuda internacional continúa en aumento", se lee en el informe oficial de las tres agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La evaluación anual de la vulnerabilidad de los refugiados en Líbano indica que el 58 por ciento de los hogares viven con menos de tres dólares al día por persona, cifra que representa un aumento del 5 por ciento.
Y tú ¿cuál crees que es el sueño de los niños y las niñas refugiadas? @krispouw pic.twitter.com/8srsy8KvCq
— ACNUR Comité Español (@eACNUR) 10 de enero de 2018
El número de hogares que vive por debajo de la línea de pobreza (menos de 3,84 dólares al día) también se incrementó en relación al año pasado, según reseñan los expertos.
El portavoz de la Oficina de Acnur, William Spindler, apuntó la situación de largo deterioro que sufren estas personas. “Muchos de ellos salieron de su país llevando algunas pertenencias, algunos ahorros. Después de varios años en el exilio, en el caso de algunos seis años, esos ahorros han desaparecido y se ven cada vez más sumidos en la pobreza”, sostuvo.
Obtener residencia legal sigue siendo un desafío, dejando a los refugiados expuestos a un mayor riesgo de arresto, obstaculizando su capacidad para registrar sus matrimonios y dificultando su búsqueda de trabajo diario, enviar a sus hijos a la escuela o acceder a la atención médica, explicó el portavoz de Acnur.