Con un crecimiento de la inflación de más del ocho por ciento en el país, el Gobierno argentino propone una negociación salarial por debajo del 12 por ciento.
El presidente argentino Mauricio Macri opinó el pasado martes que los aumentos salariales de 2018 deberían ser de entre el 9 y el 11 por ciento.
El incremento afecta al índice con el que se actualizan las jubilaciones y la asignación universal por hijo, y va en línea con la pauta inflacionaria del Banco Central.
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— teleSUR Argentina (@tlSURArgentina) 26 de septiembre de 2017
La intención del mandatario es mantener los acuerdos salariales en ese rango, con la posibilidad de incluir una cláusula gatillo, que el Gobierno se niega a hacer efectivo este año, cuando ya la inflación acumulada en ocho meses es del 15,4 por ciento y estiman que terminará superando el 20 por ciento a fin de año.
Según medios locales, en el Gobierno trabajan para que se cierre bajo ese techo o un poco por encima y lograr que por primera vez en una década los aumentos salariales estén bajo el 20 por ciento en promedio.