El canciller Héctor Timerman, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, coincidieron hoy en el rol que cumple la Argentina en el G-20 a partir de su propuesta en materia de reestructuración de deudas, contemplando nuevos paradigmas en materia de inclusión social y distribución del ingreso.
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El canciller Timerman sostuvo en la apertura del seminario que a solicitud de Argentina, y con el respaldo de los países Brics y de Francia, se pudo incluir en la Declaración de los Líderes de 2014 la necesidad de contar con mecanismos justos, equitativos, legales y sustentables para la resolucuón ordenada de la reestructuraciónes de deudas soberanas .
Al respecto, añadió que "lo que se reclama es mayor seguridad jurídica y reglas eficaces y transparentes tanto para deudores como para acreedores, que protejan a unos y a otros de los agentes más recalcitrantes del sistema financiero internacional, los fondos buitre, quienes se aprovechan de los vacíos legales que ellos mismos fueron creando en las normativas internacionales y nacionales".
Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, destacó el rol "activo, casi molesto de la Argentina en el G20, por ejemplo al instalar temas como el de los fondos buitre".
Tomada, además, manifestó su preocupación por el crecimiento de la pobreza en países de Europa, y destacó el rol de un Estado autónomo para luchar contra la desigualdad, y que redunde en beneficio de una mejora de la distribución del ingreso.