Pobladores enfurecidos de Nuevo Chimbote, en la región de Áncash, centro-occidente de Perú, arrojaron tierra y piedras al presidente Ollanta Humala, quien llegó al centro poblado de Tangay para inaugurar una obra de saneamiento, con casi cinco horas de retraso.
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La ira de los ciudadanos se desató debido a que el presidente Humala no quiso dialogar con el gobernador regional de Áncash, Waldo Ríos, quien se acercó al estrado para pedir ayuda en torno al fenómeno climático El Niño.
Humala apenas habló cinco minutos; sin dejar que subiera al estrado Waldo Ríos. El presidente optó por no inaugurar la obra y se retiró del lugar en una camioneta oficial y sin conversar con la autoridad regional.
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La seguridad trató de proteger a Humala, quien se fue en medios de insultos y una lluvia de arena y tierra.