El licenciado en Ciencias Políticas y periodista, Juan Manuel Karg, aseguró este jueves que los países de la región latinoamericana frenaron la intromisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial B8M), al decir que No al ALCA.
Karg enfatizó que del rotundo No en la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata (Argentina), brotó la Unasur y la CELAC, que aunque son instancias muy novedosas, esta última la presidió Cuba antes de que Estados Unidos (EE.UU.), pensara en restablecer las relaciones con la isla antillana. “América Latina dijo primero que ellos tenían que hermanarse” con La Habana.
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En el marco de los 10 años del No al ALCA, el experto en Estudios Sociales Latinoamericanos, detalló que aunque en Canadá le habían dicho que sí al ALCA en el 2001, se marcó un cambio de época en América Latina y el Caribe cuatro años después cuando Hugo Chávez, Néstor Kirchner e Inácio Lula Da Silva, se negaron al sometimiento imperial de estos organismos en 2005.
Agregó que los que le dijeron sí al ALCA provocaron la pobreza en las grandes mayorías, como en el caso de México, porque “EE.UU. pone las condiciones”. De hecho, “miremos el caso de la alianza del Pacífico” cuando analizan la desigualdad bajo el coeficiente de Gini, se dan cuenta que es más amplia. Contrario al caso latinoamericano que aunque “fue más desigual (en décadas anteriores), fue el único que se acercó a cero en términos de igualdad” mientras que en Europa se profundizó en las periferias. “Lo que hacen es funcionar cuatro o cinco países”, acotó.
Herencias del ALCA
El periodista reconoció que lo que está sucediendo en Grecia “como lo dijo el primer ministro Alexis Tsipras, es que (a ese país europeo) lo estaba mandando Alemania, Ángela Merkel”.
En el caso de Ecuador, también tiene una herencia del pasado porque aún no ha podido revertir el dólar como la moneda oficial.
Si gana el neoliberalismo retorna el ALCA
De cara al balotaje del próximo 22 de noviembre en Argentina, Karg recordó que este mensaje de la derecha de mirar al Pacífico ya lo iniciaron en las elecciones presidenciales de Brasil en 2014, y que sin embargo prevaleció el progresismo de la presidenta Dilma Rousseff.
En el caso argentino, explicó que la Propuesta Republicana (PRO), busca flexibilizar el Mercosur, dado que “ellos hablan de una vinculación tradicional con EE.UU. y la Unión Europea (…) ir hacia la alianza”.
Relacionó los escenarios electorales de Argentina y Venezuela, dado que el partido venezolano de derecha Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el argentino Cambiemos, intentan potenciar el neoliberalismo.