La niñez en Sudán del Sur plagada de muerte y hambre

Los niños en Sudán del Sur sufren las devastadoras consecuencias del conflicto y la crisis desde 2013. Al menos 2.300 han muerto o resultado heridos, mientas que más de tres millones padecen de hambre, informó Unicef en su informe "Niñez bajo ataque".

Más de 2.5 millones de niños en el país africano han tenido que abandonar sus hogares y más de 11.000 están separados de sus familias. Además, la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran ha permitido que alrededor de 19.000 hayan sido reclutados por grupos armados.

Al menos 900.000 niños sufren estrés psicológico debido a la violencia de la guerra, agregó, el encargado de comunicaciones de Unicef en Sudán del Sur, Tim Irwim, en una entrevista con Radio Miraya.

"Ningún niño debe vivir tales horrores y privaciones", lamentó Irwim, quien aseguró que las cifras "provienen de metodologías seguras y comprobadas. Lamentablemente, esos datos perturbadores han sido verificados".

También se ha reportado que en 25 por ciento de los casos reportados de violencia sexual están involucrados niños. 

La educación ha sido severamente descontinuada y si la situación persiste se espera que solo el 13 por ciento de los niños en el país complete la primaria.

En Sudán del Sur solo el 50 por ciento de la población tiene acceso al agua y el 10 por ciento al saneamiento básico, lo que deja a los niños vulnerables a las enfermedades y ya miles han sido afectados por un brote de cólera.

Más de 1,3 millones personas enfermaron de malaria en los primeros nueve meses de 2017. Esta enfermedad mata a casi 220 personas, la mayoría niños, menores de cinco años.

Solo en 2017, Unicef ha tratado a más de 160.000 niños desnutridos, vacunado a 3 millones contra la polio y a un millón contra el sarampión. Además, la agencia logró la liberación de 2.000 niños soldados, que habían sido reclutados por los grupos armados.

Unos 183 millones de dólares necesitará Unicef en 2018 para proporcionar ayuda de emergencia a niños y mujeres en Sudán del Sur. En 2017, la ayuda humanitaria para el país solo fue financiada un 33 por ciento.