La participación en los comicios europeos en Italia y Francia alcanzó para horas del mediodía el 14,35 y el 15,7 por ciento respectivamente, según los datos difundidos por el ministerio del Interior en su página en internet dedicada a las elecciones.
Tras cinco horas de votaciones para la eurocámara se espera que la abstención al final del día, según los sondeos, ronde el 60 por ciento, un porcentaje similar al de hace cinco años, cuando apenas votó 40,6 por ciento de los electores.
La prolongación de la jornada electoral y la convocatoria en un solo día de las votaciones, cuando antes eran dos, es resultado de la aplicación de la reforma aprobada por el anterior primer ministro, Enrico Letta, predecesor de Matteo Renzi, ambos del Partido Democrático (PD). La medida era para recortar el gasto público.
"En Francia ha habido menos sensación de campaña electoral, contrariamente a las presidenciales o, incluso, a las municipales, donde hubo un debate muy importante. (...) Pero hace falta ir" a votar, dijo a EFE tras depositar su voto Maxime, uno de los cerca de 46 millones de ciudadanos llamados este domingo a las urnas en el país.
El presidente François Hollande votó poco antes de las 10.00 GMT en Tulle, donde fue alcalde durante siete años, antes de ser elegido presidente del consejo general, asamblea ejecutiva de los departamentos.
Según los sondeos recientes se atribuyen a la ultraderecha francesa el 23 por ciento de las intenciones de voto, frente al 21 por ciento de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) y al 16 por ciento del Partido Socialista (PS).