Israel aprobó la construcción de 2 mil 610 viviendas en Jerusalén Este, territorio que Palestina reclama como su capital. Por ello se prevé que la decisión arbitraria de Tel Aviv sume otra grieta a las relaciones entre ambos países.
La Organización PAZ, una instancia que ha de denunciado la colonización ilegal israelí, explicó que las autoridades municipales del régimen en Jerusalén publicaron la semana pasada el permiso para edificar ese número de viviendas, aún cuando Naciones Unidas ha exigido que respete la soberanía palestina.
PAZ considera que la nueva construcción supone "un paso más hacia la destrucción de cualquier posibilidad de diálogo con Palestina. Hasta el ministro de Vivienda israelí, Uri Ariel, que el barrio judío de Givat, donde se construirán las viviendas, era fortuito.
"Esta publicación no está relacionada con la actualidad, sino que se inscribe en el proceso normal de las autorizaciones necesarias antes de cualquier proyecto de construcción en Jerusalén", dijo el ministro.
Israel viola convenciones sobre el derecho internacional desde 1967 cuando comenzó a construir viviendas en territorios palestinos, lo que ocasionó la distancia con el Estado, que viene exigiendo respeto a su soberanía.
En el pleno de la 69° Asamblea General de la ONU, el presidente palestino, Mahmud Abás, enfatizó en que tanto Israel como el mundo deben reconocer a Palestina como un Estado libre y soberano. Recientemente el régimen perpetró una letal ofensiva militar en la Franja de Gaza y dejó más 2 mil muertos y 10 mil heridos.