Las elecciones parlamentarias de este domingo en Portugal están matizadas por el alto nivel de indecisos que reflejan las últimas encuestas, cuyo voto podría definir el resultado final.
De acuerdo a un sondeo difundido por la cadena estatal RTP el pasado martes, el número de indecisos alcanza el 27 por ciento.
La última encuesta publicada por el diario luso Público reveló que más del 20 por ciento del electorado tiene la misma inclinación.
Otro 8 por ciento no responde sobre sus intenciones de voto, por lo que los electores que todavía no han tomado una decisión podrían llegar al 35 por ciento.
La coalición conservadora formada por el Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) y el Centro Democrático Social (CDS, derecha), tendría entre 35,5 y 40,3 por ciento de los votos, por delante del Partido Socialista que obtendría entre 31,8 y 36 por ciento.
Se espera que al menos un 10 por ciento de los votantes vote nulo, lo que, según analistas, evidencia la falta de credibilidad de los partidos políticos y el sistema electoral.
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Por su parte, el Partido Comunista (PCP) y el Bloque de Izquierda se mantienen en torno al 10 y el 5 por ciento.
"No es fácil (elegir), es complicado. Los partidos sólo velan por sus intereses, no por los intereses del pueblo", lamentó Henrique Neves, propietario de un kiosko en pleno centro de Lisboa, capital lusa.
"A ver si mejoramos, que la vida está muy difícil. Las personas no tienen poder monetario (...) y entonces no compran. Y si no compran, yo no vendo, es un ciclo", explicó.