Los taxistas franceses realizaron este jueves una huelga nacional contra el servicio de Uber. Los vehículos de transporte público pararon el tránsito por las vías principales que conectan con el aeropuerto Charles de Gaulle, reseñó AP.
En medio de las manifestaciones, los conductores de taxis comenzaron a correr cuando se percataron que la Policía antimotines se dirigía al lugar para arrestarlos. En tanto, los huelguistas volcaron un vehículo parecido a los de Uber, inutilizaron las llantas y golpearon el cristal delantero. De acuerdo al subdirector del diario Liberation, Johan Hufnagel, los manifestantes arremetieron contra un fotógrafo.
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La Policía procedió a revisar los autos que ingresaban al aeropuerto para evitar posibles hechos de mayor violencia.
El director ejecutivo de Taxis G7, Serge Metz, reconoció que la empresa Uber ofrece cierta calidad del servicio, pero indicó que están incurriendo en una competencia injusta.
Previas resoluciones han dictaminado que el servicio de Uber es ilegal, sin embargo los conductores continúan en el oficio bajo la oferta de precios más bajos. De hecho la empresa estadounidense hace lo correspondiente para aumentar la plantilla de trabajadores. Sin embargo, la problemática se ha agudizado aún más porque los taxistas convencionales han denunciado que tienen que pagar decenas de miles de dólares por sus licencias y además deben lidiar con las quejas de los clientes que se oponen al uso de tarjetas de crédito y geolocalización, publicó Prensa Libre.
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Se calcula que alrededor de 500 demandas se han registrado en todo el país debido a UberPop, por lo que el Gobierno galo ha mostrado su preocupación por la seguridad de los pasajeros. Puntualizaron que a los clientes no se les garantiza algún tipo de seguridad en caso de un accidente.
El presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone manifestó a la televisora BFM que “la economía no es la ley de la selva”.
Desde el año 2014 se han presentado protestas similares contra dicho servicio en diferentes países del mundo.