Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advierten que la hambruna en Sudán del Sur alcanza niveles alarmantes en apenas un año, por los altos costos de los alimentos y los más de dos años de guerra civil.
En comparación con 2015 el déficit de cereales ha aumentado en 53 por ciento, hasta las 381 mil toneladas, según el texto que también revela que su precio se incrementó al menos cinco veces, lo que dificulta el acceso a los alimentos.
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El conflicto que atraviesa la nación y las malas cosechas producto del déficit de lluvias en los estados de Equatoria y Bahr el Gazal, han reducido la producción de cultivos, dando origen a la escasez de alimentos.
Hace una semana, la FAO expresó por medio de un comunicado que "hay informaciones alarmantes sobre la hambruna, la malnutrición aguda y los niveles catastróficos de inseguridad alimentaria en las zonas más afectadas por la actual violencia".
Esto, porque se calcula que unas 5,8 millones de personas, casi la mitad de la población de Sudán del Sur, sufren de inseguridad alimentaria, mientras que la tasa de desnutrición crónica severa se ha duplicado en 12 por ciento en solo 12 meses.
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A pesar del gran potencial agrícola del país que tiene más de 90 por ciento de tierra cultivable, solo el 4,5 por ciento del terreno se había cosechado desde la independencia respecto a Sudán en 2011, dijo el representante de la FAO en esta nación, Serge Tissot.
En tanto, la ONU está entregando materiales de emergencia para que las comunidades cultiven sus propios alimentos en zonas estables.
La FAO necesita 16 millones de dólares (unos 14,1 millones de euros) para apoyar a 2,8 millones de personas con semillas y otros insumos, mientras que el PMA requiere de otros 241 millones de dólares (unos 212,18 millones de euros) en los próximos seis meses para otorgar ayuda alimentaria a tres millones de sursudaneses.
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