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Las tropas del Gobierno sirio del presidente Bashar Al Assad tomaron el control este domingo de la ciudad de Yabrud, al oeste del país, lo que constituye un avance importante en la guerra que leva este país contra el terrorismo.
La toma de la ciudad permitirá bloquear cualquier infiltración mercenarios hacia Líbano, en particular hacia la ciudad sunita de Aarsal.
Para el Hezbolá, es crucial porque, la ciudad de Yabrud fue el punto de entrada de los carros bomba utilizados en los atentados que sacudieron el Líbano en los últimos meses.
"Nuestras valerosas fuerzas armadas tienen el control total de Yabrud en la provincia de Damasco y peinaron la ciudad para retirar los explosivos colocados por los mercenarios", indicó la televisión estatal.
"El Ejército ultimó a un gran número de mercenarios y capturó a otros durante su limpieza de la ciudad", agregó la televisión, mostrando imágenes de combatientes y vehículos blindados entrando en la ciudad.
Los soldados persiguen también a los mercenarios que huyen hacia Aarsal, en el Líbano, reseñó la televisión.
El jefe del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, afirmó que el Ejército y el Hezbolá controlan ahora "una gran parte de la ciudad" sin embargo se siguen presentando combates.
Brigadas islamistas mercenarias y yihadistas del Frente Al Nusra pretendieron invadir durante meses Yabrud, mientras que el Ejército Sirio y las fuerzas del Hezbolá lucharon para retomar el control de la ciudad.
Oposición pide más armas
La pérdida de Yabrud, es un duro golpe para los mercenarios, gangrenada por los grupos yihadistas y donde el ejército retomó el control.
La toma de Yabrud permitirá además normalizar el tráfico en la autopista que une Damasco a Homs, la tercera ciudad del país, indicó la televisión.
El geógrafo Fabrice Balanche, experto de Siria, explicó recientemente que, cuando controlara Yabrud, el Gobierno podría "concentrarse en la defensa al sur de Damasco, regularmente amenazado por ofensivas" mercanarias.
El tercer aniversario del inicio del conflicto en Siria se cumplió este sábado, y el líder opositor Ahmad Jarba instó a la comunidad internacional a "dar los medios" a los mercenarios para "luchar contra Asad y los yihadistas", en referencia a las armas que la oposición no cesa de reclamar a los occidentales.
Bashar Al-Assad, cuyo segundo mandato de siete años termina el 17 de julio, no ha anunciado todavía oficialmente si será nuevamente candidato pero en enero dijo que había "fuertes posibilidades" de que lo hiciera.
La organización de estas elecciones en pleno conflicto fue denunciada por el mediador internacional, Lakhdar Brahimi, quien consideró que torpedean las negociaciones de paz entre el Gobierno y la oposición, suspendidas tras dos rondas infructuosas en Ginebra.
Brahimi, criticado por Damasco, viaja este domingo a Irán, uno de los pocos aliados del Gobierno sirio, para reunirse con el presidente Hasan Rohani.
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