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"La medida significa explícitamente el comienzo de la privatización total de la energía en Argentina", alertó el senador Ángel Giano.
El gobierno de Argentina anunció este miércoles la privatización total y parcial de varias centrales energéticas que pertenecen a la empresa estatal Energía Argentina S.A. (ENARSA).
El decreto del Ministerio de Energía dispuso poner en marcha "las medidas necesarias para la venta, cesión u otros mecanismos de transferencia" de propiedad de esas compañías, así como parte de la participación accionaria del Estado.
Las ventas, que se realizarán a través de licitaciones durante los próximos años y que comenzarán en el 2018, podrían recaudar al menos 1.000 millones de dólares que se destinarán a financiar proyectos de infraestructura, según fuentes del Ministerio de Energía de esa nación suramericana.
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Para la venta de esas acciones, la cartera fusionará a las empresas Enarsa y Emprendimientos Energéticos Binacionales Sociedad Anónima (Ebisa) en una nueva compañía denominada Integración Energética Argentina, que estará a cargo de algunas de las obras de infraestructura más importantes, incluidas dos represas en la Patagonia y cuatro gasoductos.
El senador por el departamento Concordia y presidente del Bloque Justicialista, Ángel Giano, advirtió que "estamos otra vez frente a la entrega de nuestros recursos".
"La medida significa explícitamente el comienzo de la privatización total de la energía en Argentina", alertó.
En sustitución de Ebisa, la estrenada empresa será responsable de comercializar la energía eléctrica que provenga de emprendimientos binacionales (como la represa Yacyretá que comparten Argentina y Paraguay), o de interconexiones internacionales.
A través de la nueva sociedad anónima, el Estado venderá además sus participaciones en otras cuatro centrales termoeléctricas: la de San Martín, en la provincia de Mendoza (centro-oeste); la de Manuel Belgrano (provincia de Buenos Aires), la de Vuelta de Obligado (Santa Fe), y la de Guillermo Brown (Buenos Aires).
El Gobierno también decidió desprenderse de 50 por ciento de la Compañía Inversora de Transmisión Eléctrica (Citelec), y de su mayoría accionaria en una planta productora de uranio, Dioxitek, en la provincia de Formosa (norte).
Desde el gobierno señalan que la medida se explica como parte del programa de desburocratización del Estado y reducción del déficit fiscal, a tono con el paquete de reformas presentado por el presidente Mauricio Macri el pasado lunes 30.
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