Los diversos partidos representados en el Senado Federal del Congreso de Brasil fijaron posición ante el proceso de votación que inició este miércoles 11 de mayo para determinar si se abre o no el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.
Tras la aprobación del informe de la comisión especial del Senado, que analizó la posibilidad del impechment, solo faltaría la aprobación en el plenario de la cámara alta.
Los 81 senadores tendrán un promedio de 15 minutos para intervenir en el debate, lo que supone una sesión de más de 20 horas. Se prevé que la votación culmine la madrugada del jueves.
¿Cómo se encuentran alineadas las fuerzas políticas de Brasil?
Uno de los puntos de la crisis política en Brasil es la fragmentación de su sistema partidario. En la actualidad, un total de 28 partidos políticos conforman el parlamento brasileño, por lo que es fundamental el establecimiento de coaliciones para la gobernabilidad del país.
El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del Gobierno y la principal fuerza que tiene mayor número de escaños en el Congreso y el que impulsa junto con el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el proceso de impechment contra la presidenta, decidió retirar su apoyo a Rousseff.
Esta decisión se debió principalmente al liderazgo político del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, así como de Michael Termer vicepresidente de Brasil, ambos miembros del PMDB.
Estos, en su descontento hacia el gobierno de Rousseff por haber permitido la investigación en su contra por lavado de dinero y otros delitos, promovieron el juicio político como maniobra política para desvirtuar la atención de otros casos de corrupción que involucran a un total de 36 diputados.
José Eduardo Cardozo, abogado general del Estado brasileño y defensor de Dilma Rousseff, afirmó que Cunha ha impulsado el proceso actuando por un deseo de "venganza", porque el Gobierno no le ayudó a evitar un procedimiento en su contra por presunta corrupción en la comisión de Ética de la Cámara.
Por otra parte, el analista internacional Amílcar Salas Oroño, quien en entrevista para RT afirmó que "el interés de los partidos opositores y los políticos opositores que en su momento se vieron bonificados por la resonancia y la amplitud que tuvieron las denuncias, ahora, al verse afectados también en las investigaciones judiciales, están tratando de lograr un cambio en el Gobierno, y un juicio político sería este cambio".
Al estar el congreso fragmentado, el poder del PMDB se volvió decisivo para el desarrollo de un golpe parlamentario en el país.
Por otra parte, el Partido Progresista (PP), tercera fuerza política con mayoría dentro del Parlamento brasileño, continúa apoyando al Gobierno de Rousseff.
Conformación del Senado
La Cámara alta está compuesta por 81 senadores: el partido oficial del Gobierno, el Partido de los Trabajadores (PT) cuenta con 12 senadores, lo que representa el 14,81 por ciento. Los partidos opositores cuentan con 24 senadores lo que representa el 29,62 por ciento en cinco partidos. Otros partidos tiene con 45 senadores que representan el 55,55 por ciento y se distribuyen en 10 partidos.
Para que se proceda la solicitud del juicio se necesita solo del voto de la mayoría simple de los 81 senadores, es decir, 42 senadores.
De ser así, la mandataria deberá separarse del cargo por un máximo de 180 días, mientras la cámara alta decide su destino. El mando del país quedaría en manos de Michel Temer, acusado de diversos delitos de corrupción.
Dilma por su parte ha declarado que “sabemos quién es quién en este proceso y, por eso, ellos querían que yo renunciara: soy muy incómoda. Soy nada menos que la presidenta electa, no cometí ningún delito y, si renunciara, enterraría la prueba viva de que esto se convirtió en un golpe, sin base legal. Resistiré hasta el último día”.