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El vicepresidente resaltó que es un preso político, debido a que la política tiene injerencia en el sistema judicial.

El vicepresidente resaltó que es un preso político, debido a que la política tiene injerencia en el sistema judicial. | Foto: EFE

Publicado 9 noviembre 2017



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El vicepresidente electo aseguró recientemente que es objeto de persecución y seguimiento extrajudicial por parte de funcionarios del sistema nacional de inteligencia.

El fiscal general de Ecuador, Carlos Baca, formuló este jueves una acusación contra el vicepresidente electo de esa nación, Jorge Glas, como autor del delito de asociación ilícita, dentro de la trama de supuestos sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

La ley ecuatoriana condena la asociación ilícita con tres años de cárcel. Sin embargo, la Fiscalía advirtió hace semanas que Glas y otros procesados también podrían ser acusados de otros delitos, como cohecho y enriquecimiento ilícito, con penas superiores.

Baca aseguró que los implicados actuaron con "voluntariedad" en el cometimiento del delito estructurado por Odebrecht en cinco proyectos estratégicos a su cargo: Poliducto Pascuales-Cuenca, Hidroeléctrica Manduriacu, Trasvase Daule-Vinces, Refinería del Pacífico y Acueducto La Esperanza.

Según el fiscal, la constructora creó un sistema de pagos de coimas en el que el excontralor Carlos Pólit se benefició con 10.1 millones de dólares y el vicepresidente, por intermedio de su tío, Ricardo Riera, con 13.5 millones. Estos recursos corresponderían al “peaje” de entre 1 y 1,5 por ciento por cada contrato. 

Glas está en prisión preventiva desde el pasado 2 de octubre en una cárcel del norte de Quito (capital), siendo el político en activo de mayor rango en quedar tras las rejas por el caso Odebrecht.

El vicepresidente en todo momento ha defendido su inocencia. Permanece en la cárcel número 4 de Quito. La Justicia ecuatoriana ha desestimado el habeas corpus y los recursos presentados por su defensa argumentando que no se ha seguido el debido proceso.

Jorge Glas aseguró recientemente que es objeto de persecución y seguimiento extrajudicial por parte de funcionarios del sistema nacional de inteligencia.

“Tengo pruebas de ello, cuando yo escriba un libro, cuando todo esto termine, lo voy a publicar. Tengo los nombres, las fotografías, cómo me seguían a mí y a mis familiares”, resaltó.

El vicepresidente resaltó que es un preso político, debido a que la política tiene injerencia en el sistema judicial. "Tratan de callarme para no dirigirme a la ciudadanía (...) El fiscal de manera perversa pide el cambio de medidas cautelares sin sustento legal alguno después de una rueda de prensa", dijo recientemente en una entrevista transmitida por teleSUR.


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