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Al menos 21 personas murieron debido a la difteria en los campamentos de refugiados rohinyá en Bangladesh, informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), que anunció además una nueva campaña de vacunación.
"Los refugiados rohinyá son una población extremadamente vulnerable, con bajas rutinas de cobertura de vacunación", sostuvo el director regional de Emergencias para Sureste de Asia de la OMS, Roderico Ofrin.
La organización desplegó personal adicional y destinó 1,5 millones de dólares para enfrentar los casos de difteria en los campamentos ubicados en Cox's Bazar, donde se registraron 1.500 casos probables de esta enfermedad.
Cerca de 650.000 rohinyás llegaron como refugiados a Bangladesh tras huir de la persecución militar llevada a cabo por el Ejército de Myanmar en el estado de Rajine en respuesta a una serie de ataques de insurgentes rohinyás en agosto.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, afirmó el domingo que no descarta que la líder de Myanmar, Aung San Suu Kyi y el jefe de las Fuerzas Armadas de ese país, Aung Min, sean imputados por genocidio.
Raad denunció los "brutales, sistemáticos y generalizados" ataques de los que están siendo víctimas los rohinyás y no descartó que esta minoría musulmana de Myanmar fuera objeto de "genocidio".
"Dada la escala de la operación militar, claramente habrían sido decisiones tomadas a un alto nivel", sostuvo el Alto Comisionado y agregó: "Por razones obvias, si planeas cometer un genocidio no lo dejas por escrito y no das instrucciones, en el futuro un tribunal puede llegar a esta conclusión a partir de los hechos".
