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Es casi imposible contar el número de ministros, aliados y colaboradores del presidente de facto en Brasil Michel Temer que han sido denunciados por su vinculación con el escándalo de corrupción Lava Jato, lo que confirma la tesis de que la destitución de Dilma Rousseff fue un golpe de corruptos contra una presidenta honesta.
En esta oportunidad es el canciller Aloysio Nunes Ferreira del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB-SP), denunciado por recibir 500.000 dólares de Odebrecht en 2010, cuando fue elegido senador, denunció Carlos Armando Paschoal, exdirector de la empresa constructora en Sao Paulo.
La transferencia, según el informante, se produjo en 2010, cuando Nunes fue elegido como senador, siendo el más votado en la historia de Sao Paulo con más de 11 millones de votos, el 30 por ciento del total.
Carlos Armando Paschoal es uno de los 78 informantes de la empresa constructora Odebrecht y reveló las donaciones políticas y de negociación de campañas electorales.
Aloysio Nunes no es el único político acusado por Paschoal, en octubre se conoció la denuncia contra José Serra, (predecesor de Nunes en el cargo) quien recibió en 2010 unos 23 millones de dólares para la campaña presidencial, a través de una transferencia de cuentas en Suiza. José Serra renunció a la cancillería brasileña el mes pasado alegando problemas de salud.
Paschoal dijo a los fiscales del caso Lava Jato que el propio Aloysio Nunes Ferreira pidió recursos y recibió los sobornos en hoteles en Sao Paulo.
Según la rendición de cuentas al TSE (Tribunal Supremo Electoral), Aloysio Nunes recogió 9,2 millones de dólares en esas elecciones pero Odebrecht no apareció entre los donantes.
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