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Mientras tanto el ex presidente José María Aznar, concedió una entrevista en la prensa israelí en la que defiende que haya factorías en suelo ocupado palestino, porque según él, "proporcionan empleos y oportunidades".
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Además, denuncia la campaña de boicot-desinversión- sanciones como "antisemitas" y pide que Israel entre en la Unión Europea y en la OTAN. En dicha entrevista avala por completo a su amigo, el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Sostiene que el movimiento BDS (boicot-desinversión-sanciones, promovido por más de 200 organismos palestinos para acabar con la "política de apartheid") es "injusto, discriminatorio, basado en una doble moral que es, en última instancia, antisemita". Denuncia que sólo busca "ejercer presión sobre el Gobierno de Israel", "tratando de perjudicar a todos los ciudadanos" y no sólo a Netanyahu.
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Según ha recogido el diario en inglés The Jerusalem Post, Aznar ha hablado con su publicación hermana en hebreo, Maariv-Hashavua, un sucedáneo a su plan inicial de viajar a Israel para participar como orador principal en Herzliya, una ciudad costera al norte de Tel Aviv donde se celebra cada año una de las conferencias de seguridad más importantes del mundo.
El político palestino Saeb Erekatun denunció que el gobierno de Tel Aviv está cometiendo diversos crímenes contra el pueblo palestino, mientras prosigue con su actividad de asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este.
“Este es un hecho que amerita una respuesta de la comunidad internacional desde plano político”, expresó el dirigente.
La constante estrategia expansionista del primer ministro Benjamín Netanyahu hacia los asentamientos palestinos es ilegal y representa un verdadero obstáculo para la paz, en opinión del también representante negociador.
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