El Gobierno de España anunció este viernes que llamará a consulta a su embajador en Venezuela, Antonio Pérez Hernández, como una respuesta a los "intolerables insultos" del presidente de esa nación, Nicolás Maduro.
Un día antes, Maduro exigió al jefe de Gobierno en funciones de España, Mariano Rajoy, que respete al pueblo venezolano y que no interfiera en los asuntos internos del país suramericano.
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"Racista te digo Rajoy. Colonialista te dije Rajoy. Basura corrupta te dije Rajoy (...) a Venezuela se respeta", fueron las palabras de Maduro durante un encuentro en el Palacio de Miraflores con el pueblo venezolano que protestó en contra de la Ley de Amnistía aprobada por el Parlamento que circunstancialmente está conformado por mayoría opositora, y en respuesta a las declaraciones de Rajoy en apoyo a los políticos derechistas venezolanos encarcelados por comisión de delitos graves.
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En rueda de prensa, la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, expresó este viernes el "absoluto rechazo" de España a los insultos de Maduro, considerando que la actitud del presidente se ha convertido "en una práctica habitual".
En varias oportunidades el dignatario venezolano ha exigido a Rajoy que respete la soberanía y el pueblo de Venezuela, ante los intentos del Gobierno español de entrometerse en la política del país sureño.
Tras la exigencia de respeto por parte de Maduro, el ministerio de Exteriores español convocó al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, para informarle la posición de España y la decisión de llamar a consultas a su embajador en Caracas.
Es la quinta vez desde 2014 que el Gobierno español llama a consultas al embajador de Venezuela.
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En contexto
Recientemente el jefe de Gobierno en funciones de España, Mariano Rajoy, hizo una serie de declaraciones sobre asuntos internos de Venezuela y aseguró que "apoyaría al pueblo" de este país suramericano“una y otra vez para que no decaiga su esperanza”.
Rajoy informó que su Gobierno otorgó un permiso de residencia en el país europeo a las personas que supuestamente son injustamente acosados judicialmente.
Asimismo, destacó que dieron la nacionalidad española a los padres del ultraderechista Leopoldo López, político venezolano encarcelado por su responsabilidad en las acciones violentas conocidas como "guarimbas", que en 2014 dejaron un saldo de 43 personas fallecidas y más de 800 heridos.
Además, pidió libertad para este criminal y aseguró que en Venezuela el Gobierno ha acabado con la libertad de expresión.