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La joven padeció hambre, torturas, quemaduras y graves golpizas. Estuvo obligada a trabajar sin descanso y encadenada a un mueble de hierro.
Una joven de 22 años de edad, que trabajaba en una tintorería de Ciudad de México, logró escapar de sus captores, luego que estuviera sometida durante dos años a la esclavitud, en los que debía trabajar arduamente planchando ropa, recibiendo a cambio, graves golpes, escasa comida y torturas de diferentes tipos, como por ejemplo quemaduras y encadenamiento.
Así lo informaron representantes de la fiscalía de ese país norteamericano, quienes aseguran que es un caso sin antecedentes similares, de los que resultaron detenidas cuatro mujeres y un hombre, todos acusados del delito de trata de personas en modalidad de trabajos forzados.
El sufrimiento al que fue sometida ocasionó que tenga un aspecto físico de 14 años, pero con todos sus órganos internos envejecidos a la edad de 80 años.
Los médicos que evaluaron a la víctima, luego que ésta consiguiera escapar y pedir ayuda, señalaron que la joven tiene la apariencia de una niña, pero todas sus funciones fisiológicas funcionan como las de un anciano, debido a toda la angustia y el hambre que sufrió.
De acuerdo con la víctima, le suministraban comida una vez al día, por lo que se veía obligada a masticar el plástico con el que cubría las prendas que planchaba, para así tratar de calmar su hambre. Esta situación provocó una anemia crónica a la chica, quien fue internada en un refugio de alta seguridad.
La joven contó a la fiscalía capitalina que cuando intentaba descansar, era golpeada con una llave inglesa, con alicates o morteros de piedra. En su espalda reposan numerosas quemaduras de plancha.
Las investigaciones preliminares apuntan a que la joven había aceptado el empleo, tras haber trabajado allí con anterioridad y recibir la oferta de vivir con sus patrones en una casa cercana al negocio.
Los detenidos fueron identificados como José de Jesús Sánchez Vega, Leticia Molina Ochoa, Fany Molina Ochoa, Ivette Hernández Molina y Jannet Hernández Molina. El negocio donde la joven fue esclavizada está ubicado en la calle Izamal, Manzana 134, Lote 22, colonia Lomas de Padierna, delegación Tlalpan, en D.F México.
