La tradicional Bajada se llevó frente a Catedral Metropolitana, y feligreses católicos se hicieron presentes para pedirle al Señor el bienestar en El Salvador.
Miles de salvadoreños participaron el martes en la transfiguración de Jesucristo, evento religioso que es considerado uno de los más importantes para la comunidad católica que hace vida en la nación centroamericana.
La tradicional “Bajada de Cristo” narra como el hijo de Dios sale del monte Tabor luego de haber sido crucificado en el Gólgota.
En la procesión que recorrió las calles de la capital salvadoreña hasta la Catedral Metropolitana, participaron agrupaciones cristianas y miles de creyentes que manifestaron su agradecimiento por los milagros concedidos por el hijo del Santísimo.
Con cantos, alabanzas, petardos y fuegos artificiales los salvadoreños sellaron su compromiso por seguir promoviendo la paz en la nación.
Al evento religioso asistió el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén y su esposa, Margarita Villalta.