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Manifestantes protestan contra el Gobierno haitiano y para pedir la renuncia del presidente del país, Michel Martelly.

Manifestantes protestan contra el Gobierno haitiano y para pedir la renuncia del presidente del país, Michel Martelly. | Foto: EFE

Publicado 4 febrero 2016



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EE.UU. es uno de los principales patrocinadores de la elección y como proveedor de fondos tiene un profundo interés en presentar unos comicios exitosos, ignorar a los actores haitianos que están denunciando el fraude e insistir en que se haga la segunda vuelta presidencial.

En exclusiva para teleSUR, el investigador asociado del Centro para la Investigación Económica y Política en Washington (CEPR) Jake Johnston, denunció los intereses de EE.UU. en Haití, evaluando su cuantioso aporte económico en el proceso de elecciones.

El Gobierno de EE.UU. ante el complejo escenario que vive Haití por las denuncias de fraude electoral ha presionado a los políticos haitianos de llevar a cabo las elecciones a pesar de las advertencias de que las votaciones podrían desencadenar una ola de violencia.

El dato: El Gobierno de Haití no es responsable de distribuir el dinero para llevar a cabo las elecciones.

Ante un vacío de poder si no se elige un presidente, los EE.UU. dicen que realizar las elecciones es esencial para preservar el orden democrático. ¿Cuál es la razón de los diplomáticos norteamericanos para presionar en que se realicen?

EE.UU. es uno de los principales patrocinadores de las elecciones en Haití, por lo que tiene un conflicto de intereses al analizar los problemas que hubo, ya que al ser financiador le interesa presentar los comicios de manera exitosa. 

La Casa Blanca invirtió 30 millones de dólares del costo total de las elecciones (100 millones), "es una enorme cantidad de apoyo al proceso político como para dar un paso atrás ante las críticas de fraude y tener una elección que sea cancelada", afirma Johnston.

Los haitianos están denunciando el fraude y piden reformas serias antes de seguir adelante con los comicios, cuya tensión no data de las elecciones presidenciales en octubre sino con las elecciones legislativas de agosto, en las que grupos armados cerraron los centros de votación y casi una cuarta parte de los votos no se escrutó.

"Nadie se hace responsable de estas acciones, por lo que se aviva la creencia de que la violencia compensa en las elecciones de Haití. Muchos de los problemas que hubo en octubre comenzaron antes. En las recientes elecciones no hubo el nivel de violencia que vimos en agosto. El fraude se trasladó a otro lugar, había supervisores de los partidos políticos, casi 900 mil acreditaciones otorgadas por el Consejo electoral permitieron esta situación", explica el investigador.

Otro de los problemas presentados son las verificaciones en el lugar del voto, hubo denuncias de que no se evitó que personas votaran varias veces y eso genera impacto en una elección de sólo 1,6 millones de votos.

Pero la posición de EE.UU. es llevar adelante el calendario electoral para no caer en una crisis a causa de un gobierno de facto, "notable hipocresía", sostiene Johnston ante el escenario electoral de 2010. 

"La respuesta de la administración Obama contrasta fuertemente con la posición que tomó en 2010 cuando los EE.UU. estaban tan abrumados por el fraude electoral masivo, que Hillary Clinton, la secretaria de estado en esa época, voló a Haití para presionar a los dirigentes para que cambiaran los resultados. El Sr. Martelly fue empujado hacia arriba en los resultados electorales para que pudiera competir en la segunda vuelta".

Tensión en Haití

La postergación de la segunda vuelta de las presidenciales no impidió que continuaran las protestas populares y los opositores ahora claman por la salida del presidente haitiano, Michel Martelly.

El Consejo Electoral Provisional (CEP) de Haití suspendió el 22 de enero la segunda vuelta de las elecciones presidenciales por razones de seguridad debido a las fuertes manifestaciones que se registran en la capital en contra de la realización de las elecciones.

La tensión crece dado que el proceso electoral ya venía siendo boicoteado con la renuncia del candidato opositor, Jude Celestin; la salida de cuatro de los nueve miembros del CEP; la quema parcial de algunos colegios electorales; una resolución del Senado exigiendo postergar los comicios; un llamado de la Iglesia Católica al diálogo y la negociación y el anuncio de grandes manifestaciones para impedir las votaciones.

El presidente de Haití, Michel Martelly, denunció recientemente que algunos políticos desean perpetuar la crisis y puntualizó que "las elecciones son necesarias para entregar el poder a un presidente electo democráticamente". Asimismo, aseguró estar dispuesto a reunirse con los senadores, porque la crisis electoral está en la agenda del Palacio Nacional, dado que la mayoría de los senadores son de la oposición y buscan detener el proceso electoral. 

¿Cuáles fueron los resultados en la primera vuelta?

En la primera vuelta de los comicios presidenciales, realizada el pasado 25 de octubre, el candidato oficialista Jovenel Moise, obtuvo el 32,76 por ciento de los votos, contra 25,29 por ciento del candidato opositor Jude Celestin, quien en declaraciones a una radio local, dijo que no participaría en la segunda vuelta por el “fraude masivo” que a su juicio sucedió en la primera ronda. No obstante, Celestin no ha presentado su renuncia como segundo candidato ante el Consejo Electoral Provisional (CEP). Las declaraciones a medios de comunicación sobre su decisión de retirarse de las elecciones fueron políticas.


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