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Publicado 17 agosto 2014



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Las autoridades eclesiáticas de El Salvador, dieron inicio este viernes a una conmemoración de tres años que serán dedicados a exaltar la vida y obra del Monseñor Romero, las cuales culminarán el 15 de agosto de 2017, coincidiendo con los cien años de su natalicio.

El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, anunció este domingo que la iglesia católica inició un "trienio" dedicado a honrar la memoria del Monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 por la derecha salvadoreña por su defensa y lucha de los más pobres.

Este viernes, se dio inicio a los tres años que serán dedicados a conmemorar la vida y obra de Romero, las cuales culminarán el 15 de agosto de 2017, coincidiendo con los cien años de su natalicio, explicó Escobar en rueda de prensa luego de oficiar la misa dominical en la céntrica catedral capitalina.

"Dentro de tres años estaremos celebrando los cien años de su nacimiento (de Romero), por eso dedicaremos estos tres años a él", destacó.

El plan de acción para la exaltación del activismo social de Romero será de esta manera: el primer año, las parroquias de todo el país lo dedicarán a promover una "catequesis" sobre la persona de monseñor Romero "como hombre de Dios"; el segundo como "obispo y hombre de la iglesia" y el tercer año como "servidor de los pobres".

Considerado "la voz de los sin voz" por denunciar el régimen de injusticia social y la represión militar en El Salvador -que contaba con el apoyo logístico, político y militar del Gobierno de Estados Unidos- Romero fue asesinado por un francotirador contratado por la derecha política salvadoreña, que le disparó al corazón cuando oficiaba misa en una capilla del hospital de cancerosos la Divina Providencia el 24 de marzo de 1980. El asesinato fue el preludio de la guerra civil que se prolongó hasta 1992.

"Estamos esperando otro acontecimiento maravilloso que tiene que ver con nuestro pastor monseñor Romero”, expresó en abril el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez; quien recordó que su beatificación está pendiente desde 1994 y su caso fue reactivado por el Papa Francisco en 2013.
 


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