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El Ejército iraquí, apoyado por milicias chiíes y tribales, continúa ganando terreno al autodenominado Estado Islámico (EI) en la ciudad de Tikrit (norteste de Bagdad), donde avanza con cautela por la gran cantidad de explosivos colocados por los radicales, informaron fuentes de seguridad a la agencia de noticias Efe.
El lunes pasado, militares cubrieron la ciudad de Tikrit y cercaron la misma por todos sus flancos como parte de una ofensiva que inició hace dos semanas atrás.
Actualmente las tropas fieles a Bagdad continúan su progreso con cautela en las calles de esta urbe, capital de Saladino, debido a que hay minas y bombas colocadas estratégicamente en automóviles, calles y edificios, así lo explicaron las fuentes.
Las tropas siguen una estrategia militar diseñada para liberar esta ciudad, la cual es punto clave para avanzar hacia Mosul.
El secretario general de la organización Badr, Hadi Al Amari, acusó a los extremistas de utilizar civiles como escudo y pidió a sus milicianos que salven a los habitantes de la ciudad de Tikrit.
Por otra parte, miembros del (EI) habían dinamitado parte del puente de Al Fatha, situado a 40 kilómetros al norte de Tikrit, ante el avance de las tropas regulares, así lo indicaron las fuentes.
Cerca de unos 30 mil hombres armados participan en esta ofensiva para liberar Tikrit, según Washington, 20 mil de estos combatientes son milicianos Chiíes y el resto es parte de las fuerzas regulares y tribus suníes de la zona.
