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Las familias ecuatorianas iniciaron este domingo una vigilia en conmemoración a sus muertos en el Día de los Difuntos, tradición cultural que une a las raíces aborígenes y católicas de esta nación.
La manera de brindar atención a los seres queridos fallecidos varía, pero lo que sí es común es que la mayoría asiste a las tumbas a llevarle flores.
Y es que en la mentalidad de estos pobladores, la muerte no es el fin total de la vida, sino el traslado a otra dimensión.
Muchos van al cementerio a realizar ritos, oraciones, colocar ofrendas e incluso alimentos, mientras que otros católicos acuden a misas, vigilias y también adornan las tumbas de sus seres queridos con arreglos florales.
Vea--→ Conozca la tradición del Día de los Muertos.
Cada práctica es un acto de recordación que expresa cariño y dolor al mismo tiempo. Independientemente de la manera de celebrar este día, siempre predomina un sentimiento de nostalgia o añoranza por aquellos que ya partieron.
De acuerdo con algunos historiadores, los primeros pueblos indígenas de Ecuador ya celebraban el culto a los muertos como un homenaje a lo que ellos hicieron en la vida y el legado que dejaron.
Luego del arribo de los españoles y del cristianismo, la tradición se adaptó al calendario católico y adquirió un nuevo significado: el de pedir por las almas de los muertos.
Ese día también numerosas personas comienzan una vigilia por familiares fallecidos, ceremonias que concluyen el 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, una celebración declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Conozca qué pasa después de la muerte
En el mundo entero, la ocasión se festeja de diferentes maneras, lo cual que apreciar las raíces y rasgos distintivos de la identidad de cada país y a su vez los lazos culturales comunes en América Latina como región.
