Unos siete policías ecuatorianos deberán cumplir tres años de cárcel al ser hallados culpables por incitar a otros policías al desorden durante un disturbio policial que derivó en golpe de Estado contra el presidente Rafael Correa, el 30 de septiembre de 2010.
El Tribunal Séptimo de Garantías Penales de Pichincha condenó a nueve meses de prisión a dos gendarmes (cuerpo militarizado que cumple las funciones de policía en pueblos pequeños) en calidad de encubridores, pero según el principio de la favorabilidad, la pena de los sentenciadores se habría extinguido.
Un grupo de agentes policiales que laboraban en la Central Metropolitana de Atención Ciudadana (CMAC) instó a través de Radio Patrulla a otros uniformados a sumarse a los disturbios durante septiembre del 2010, informó el Ministerio Público.
El Tribunal declaró en enero, culpables a los nueve uniformados, pero esta condena la cual debe cumplirse, no fue dada a conocer a la Corte Provincial. Los sentenciados en esta instancia procesal pueden apelar el fallo.
El fiscal de la causa, Gustavo Benítez, indicó que la Central de Radio Patrulla fue utilizada como herramienta para lanzar consignas incitando a la insurrección en contra del Gobierno, colocando en riesgo a la ciudadanía.