Rodrigo Duterte considera que Bruselas intenta sacar a Manila del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por supuestos abusos en la denominada "guerra antidroga".
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, advirtió este jueves a la Unión Europea (UE) que expulsaría del país a sus embajadores, debido a que algunos legisladores dijeron que Filipinas podría perder su membresía en la Organización de Naciones Unidas (ONU) de no dar un alto a la denominada guerra contra las drogas.
Lo dicho por el presidente filipino es una respuesta a la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), que comunicó que Filipinas podría ser expulsada del organismo de la ONU por cometer violaciones de derechos humanos.
A principios de semana, parlamentarios y miembros de la sociedad civil llegaron a Filipinas con el objetivo de advertir al Gobierno de ese país sobre los riesgos que corría por los abusos por parte de la policía durante la campaña de Duterte.
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La situación generó que Duterte dirigiera un discurso televisado en Manila en el que amenazó a los legisladores con cortar lazos diplomáticos y hacer que sus embajadores se fueran en 24 horas.
Además, el mandatario indicó que sus nuevas alianzas con Rusia y China permitirían que Filipinas se mantenga dentro de la ONU.
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El jefe de Estado, a través de un comunicado, señaló que la policía será eliminada de la guerra contra las drogas y ahora estará a cargo la Agencia de Control de Drogas de Filipinas (PDEA).
Igualmente, señaló que el nuevo cambio debía centrarse en "grandes peces" y dejar de lado las operaciones en las calles para concentrarse en grandes redes y proveedores.