La organización SOS Racismo realizó un test de discriminación por motivos étnicos en locales nocturnos de cinco ciudades españolas, que dejó en evidencia la discriminación a afrodescendientes, magrebíes y latinos.
Como parte del estudio, fueron desplegadas varias parejas de color y de diferente origen étnico en las discotecas de España, así certificaron que los vigilantes impiden o ponen trabas a las personas de color para ingresar al local, mientras que con los blancos no fue así.
Cuatro de cada diez discotecas niegan el acceso o exigen requisitos sólo a los extranjeros, motivo por el que la organización denunció el "uso incorrecto y abusivo del supuesto derecho de admisión".
Las parejas que participaron en el estudio moderaron su forma de vestir, eran mayores de edad y los locales no estaban ni cerca de la hora de cierre, por lo que no había ningún motivo de peso para que les impidieran la entrada, excepto su color. En algunos casos les cobraban entrada y a los blancos no.
Otras de las excusas para impedir el acceso fueron: "Tienes que estar en la lista", "Es necesaria una invitación" y "Fiesta privada: ¿me enseñas la pulsera?".