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La fiscal general de Baltimore (Estados Unidos), Marilyn Mosby, justificó su decisión de absolver de los policías acusados por la muerte del afroamericano Freddy Gray, en la existencia de un sistema de justicia que tiene cierta inclinación a favor de los policías.
Expresó que "en estas condiciones de sesgo" policial, las posibilidades de cualquier condena eran "pésimas" y sostuvo que existe una evidente y desmedida "influencia".
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Mosby quien había prometido "justicia" por una muerte que puso de relieve la desigualdad que sufren las comunidades afrodescendientes, argumentó que "un cúmulo de factores adversos" y la persistencia de un sistema judicial criminal que concede amplia discreción a la actuación de los uniformados, no permiten que se haga justicia.
"Podríamos haber juzgado este caso y casos como este cien veces, y aún así lograríamos el mismo resultado", aseguró.
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No obstante, dejó en claro que para su oficina la muerte de Freddie Gray fue consecuencia de la actuación de los policías que participaron en su arresto.
“No creemos que Freddie Gray se mató sólo. Continuamos aceptando la determinación del médico forense de que la muerte de Freddie Gray fue un homicidio”, indicó.
En contexto
Freddie Gray murió en abril del 2015 en un hospital una semana después de su arresto por la policía. La autopsia reveló que su fallecimiento se debió a las lesiones en la espina dorsal que se produjo cuando era transportado en un vehículo de la policía.
La Fiscalía aseguró que los agentes no cumplieron con su deber al no poner el cinturón de seguridad a Gray y ponerle esposas en las muñecas y grilletes en las piernas, lo que le impedía agarrarse a ningún sitio para evitar golpearse contra las paredes metálicas del vehículo durante el viaje.
Se conoció este miércoles que tres policías de los seis que fueron acusados como responsables de la muerte del joven afroamericano, no serán llevados a juicio luego que la fiscalía local anunciara el retiro de los cargos en su contra.
La decisión llega después de que un juez exculpara de todos los cargos a los otros tres policías acusados, y supone el cierre de uno de los juicios de mayor perfil en Estados Unidos en los últimos tiempos.
