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La compañía suiza agroalimentaria Nestlé fue demandada en un Tribunal Federal de Los Ángeles, Estados Unidos, por adquirir más de 13 mil toneladas de materia prima con el objetivo de elaborar comida para gatos mediante un contrato con la compañía tailandesa Thai Union Fronzen Products, sospechosa de utilizar mano de obra esclava.
La demanda fue realizada el pasado jueves, cuando los querellantes alegaron que son representantes de todos los consumidores de los productos de Fancy Feast. Dicen que no hubiesen comprado estos alimentos de haberse enterado que estaban relacionados con el trabajo forzado.
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Estas personas, en ocasiones, hacen turnos de hasta 20 horas diarias, a cambio de una mínima o nula remuneración, y son golpeados -y algunos incluso mueren- si el trabajo no se considera satisfactorio.
Nestlé emitió un comunicado dirigido a la agencia de noticias AFP en el que se defiende las acusaciones diciendo que "el trabajo forzado no tiene lugar en nuestra cadena de aprovisionamiento".
El grupo suizo alegó que trabaja con un código ético que obliga a sus proveedores a respetar los derechos humanos y la legislación del trabajo.
Informaron que la compañía se asoció a la ONG Verité, que se encarga de recolectar informaciones sobre buques de pesca, fábricas y granjas en Tailandia para detectar violaciones de derechos humanos.
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