Una vacuna experimental contra el virus del ébola fabricada por GlaxoSmithKline (GSK) no ha causado efectos colaterales serios y produjo una respuesta inmune en los 20 voluntarios de la salud que la recibieron en una prueba inicial realizada en Estados Unidos.
La candidata a vacuna intramuscular contra el ébola, usada en este estudio desarrollado por el Instituto Nacional de Salud (NIH, por su sigla en inglés), fue desarrollada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), perteneciente al NIH, así como por Okairos, una compañía de biotecnología adquirida por GSK en 2013, según informó la compañía farmacéutica en un comunicado de prensa.
La vacuna contiene material genético de dos cepas de ébola: Zaire, responsable del actual brote del virus en Africa Occidental, y Sudán, pero no tiene virus, por lo que no puede causar la enfermedad. Como no es ético exponer voluntarios al virus, los investigadores estudian la efectividad de las vacunas candidatas teniendo en cuenta si generan anticuerpos del ébola.
Si estos controles de seguridad resultan exitosos, la próxima fase incluiría la vacunación de miles de trabajadores sanitarios que se encuentran en estos momentos en la primera línea de combate a la enfermedad en dos de los países afectados, Sierra Leona y Liberia.
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