El Gobierno de Cuba levantó este viernes las restricciones para que los cubanos puedan viajar por vía marítima, una medida que entrará en vigencia a partir del próximo martes.
La medida fue adoptada hace más de 50 años cuando Estados Unidos rompió todo tipo de relaciones con Cuba y aplicó el bloqueo financiero, económico y comercial contra la isla. En respuesta, La Habana colocó restricciones de viajes por mar para protegerse de actos terroristas desde Estados Unidos.
La decisión gubernamental permitirá que los cubanos que tengan independencia de su condición migratoria puedan ser pasajeros y tripulantes de buques mercantes y cruceros para entrar y salir de la isla, según destaca una nota oficial difundida por el medio cubano Granma.
El Gobierno explicó que para acceder como tripulantes, los cubanos residentes en el país deberán hacer los trámites correspondientes a través de las instituciones empleadoras establecidas.
>> Cuba y EE.UU. acuerdan potenciar el intercambio cultural
La medida también aplica para aquellos cubanos que deseen hacer uso de embarcaciones de recreo (yates), y que también posean independencia de la condición migratoria.
En la nota de prensa destacaron que las modalidades de viaje aprobadas para los cubanos no los eximen del requisito de visado de la nación o de los países que planeen visitar.
Previo a ello, la compañía de cruceros había resuelto no aceptar las reservas de personas nacidas en Cuba, aduciendo a las restricciones de La Habana, sin embargo, se vio forzada a dar marcha atrás por las críticas de activistas, líderes políticos e incluso del Gobierno de Barack Obama, al considerarla discriminatoria.
>> Cuba y EE.UU. firman acuerdo para vuelos comerciales directos
El Gobierno cubano tomó la decisión en el marco de la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos que se ha dado paulatinamente desde diciembre de 2014.
El Gobierno comentó que sostuvieron intercambios con autoridades de ambos países para abordar temas relacionados con la aplicación y cumplimiento de la ley, el terrorismo, la seguridad de la navegación marítima y el tráfico de personas.
Igualmente, trataron lo referente a los viajes y el comercio, y otros temas relacionados con la seguridad nacional de Cuba y Estados Unidos.