Revisar el teléfono, las publicaciones de redes sociales, controlar amistades, exigir dar cuentas de la ubicación por GPS, incluso, interferir llamadas a las parejas son restricciones que violentan la libertad y privacidad de una mujer y son consideradas violencia de género.
Este y otros tipos de prácticas podrían pasar inadvertidas al no haber maltrato físico de por medio, explicó el responsable de Concienciación de la compañía ciberseguridad ESET de España, Josep Albors en el marco de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
#Únete > No más violencia física, sexual y psicológica. pic.twitter.com/9TXoV4oQnv
— ANDES (@andesecuador) 25 de noviembre de 2017
Controlar las publicaciones, censurar imágenes en la web, obligar a una fémina a enviar fotografías íntimas y revisar sus conversaciones también es violencia de género, añadió Albors.
Más de un tercio de mujeres menores de 29 años y un 29 por ciento de jóvenes adolecentes ha sufrido este tipo de violencia. Algunas consideran que "es aceptable" dar contraseñas de cuentas personales de Facebook, Instagram y otras redes, así como responder inmediatamente para evitar que sus parejas se enojen.
.@ONUMujeres:"la violencia
— Oxfam en Guatemala (@Oxfam_Guatemala) 25 de noviembre de 2017
contra las mujeres y las niñas es una violación de los derechos humanos de proporciones pandémicas que ocurre en espacios públicos y privados" #MiCompromisoEs #16Dias https://t.co/dU8mUeuVzZ
Albors advirtió que estos comportamientos "son una amenaza directa a la libertad de expresión y al desarrollo personal" de una mujer.
Actualmente, una de cada tres mujeres sufre amenazas físicas o sexuales vía Internet, mientras que dos de cada cinco feminicidios son cometidos por las parejas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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