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Pese a la lucha, las condiciones de las costureras en México no han mejorado.

Pese a la lucha, las condiciones de las costureras en México no han mejorado. | Foto: Milenio

Publicado 20 septiembre 2017



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México recordaba este martes 32 años del terremoto ocurrido en 1985, una tragedia que evidenció las precarias condiciones en las que trabajaban las obreras del vestido.

La angustia y los recuerdos reviven en Alejandra Martínez luego de 32 años del terremoto en México que dejó miles de muertos, un episodio trágico que sorprendió de nuevo a los mexicanos este martes a las 13H14 hora local.

La mañana del 19 de septiembre de 1985, Alejandra salió de su casa en Tasqueña (sur de la Ciudad de México) y ya no pudo tomar el metro para ir a su trabajo.

"Nunca me imaginé todo lo que había pasado", dijo a Milenio Alejandra, actual secretaria general del Sindicato Nacional de la Industria y la Confección 19 de Septiembre.

Aquella joven de 27 años no lo pensó mucho y se fue caminando por miedo a su jefe y los descuentos por los retardos.

"Me fui caminando como pude. Yo debía llegar a mi trabajo porque nosotros en aquel tiempo teníamos miedo, pues el patrón era enojón, gritón y nos regañaba si llegábamos tarde", recordó.

En viaje a pie duró más de tres horas y en su trayecto quedó impresionada del desastre que había dejado aquel sismo. "Vi muchas cosas. Todo estaba derrumbado. Se escuchaban alaridos, gritos de la gente pidiendo ayuda. Se escuchaban también las sirenas de las ambulancias y la gente andaba de un lado para otro. Fue una cosa espantosa", relató.

Cuando logró llegar a su lugar de trabajo se encontró con una gran sorpresa: La fábrica había desaparecido. Al momento del terremoto no habían costureras, sin embargo, murieron el velador y los dos hijos de la portera.

Entre lágrimas, las costureras sobrevivientes se abrazaron y recordaron los buenos momentos que habían pasado en su lugar de trabajo. "Lo que hicimos fue abrazarnos y llorar. Se nos derrumbó todo. Lo primero que pensamos es que ya no teníamos trabajo. Ya no teníamos nada", dijo Alejandra.

El terremoto develó las condiciones laborales de costureras

El terremoto evidenció las condiciones en las que trabajaban las obreras del vestido, lo que las obligó a adelantar la conformación del Sindicato de Costureras que llevaría por nombre la fecha de la tragedia; nació así el primer movimiento laboral en México dirigido por mujeres.  

Las condiciones laborales de estas trabajadoras eran indignas: El baño sin agua ni papel; los garrafones de agua siempre vacíos; pago por destajo; jornadas de más de diez horas, y sueldos que no representaban ni el diez por ciento del costo de cada prenda elaborada por ellas.  

El terremoto del 19 de septiembre de 1985 destruyó más de 800 talleres, gran parte de ellos clandestinos, donde miles de mujeres trabajaban sin ningún tipo de prestación social. Más de 40.000 costureras se quedaron sin trabajo y sin derecho a una indemnización.

Muchas murieron porque para evitar robos, los jefes cerraban la puerta con llave y no pudieron escapar. Muchos edificios que albergaban talleres cayeron al no estar preparados para soportar el peso de la maquinaria de costura y, sobre todo, de los enormes rollos de tela.

Las trabajadores denunciaron que los patrones y los líderes sindicales priorizaron el rescate de los bienes materiales, cambiaron la razón social de las empresas, y no pagaron indemnizaciones.

Surgimiento de la lucha social

El 23 de septiembre de 1985 varias compañeras pusieron un campamento sobre la única vía abierta al tránsito sobre Calzada de Tlalpan –donde se ubicaban varias fábricas textiles–, y resguardaron la maquinaria para asegurar el pago de sus liquidaciones y la indemnización para las víctimas.
 
El 20 de octubre de ese año, las costureras obtuvieron el registro como Sindicato Nacional de Trabajadoras de la Industria de la Costura, Confección, Vestido, Similares y Conexos 19 de Septiembre.
 
Ganaron el respaldo de 36 gremios y de movimientos campesinos y populares. Además, lograron que se indemnizara a las familias de las víctimas por un total de 500 millones de pesos. El sindicato aglutinó a cinco mil trabajadoras y celebró contratos colectivos con 85 fábricas.

En ese año, unas 8.000 obreras del Distrito Federal y de los estados de México, Morelos, Coahuila y Guanajuato, se unieron al sindicato; su primera secretaria general fue Evangelina Corona. "A 32 años, las condiciones de las costureras son peores".

Para Alejandra Martínez, luego del sismo del 85 las costureras tuvieron grandes logros, como tener derecho a aguinaldo, días de vacaciones, bonos y ayuda para transporte. Sin embargo, lamenta que después de tres década de la tragedia, el gremio sea uno de los más olvidados.


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