La Sala Constitucional de Colombia avaló este miércoles la reforma al fuero penal militar, luego de votar ocho a favor y un en contra, con el propósito de ampliar las competencias para investigar y juzgar a los uniformados en servicio activo o en retiro involucrados en hechos durante el conflicto armado, reseñó El Espectador.
La Corte rechazó los argumentos de los congresistas demandantes de la Alianza Verde y el Polo Democrático, los cuales aseveraron que con la reforma, las ejecuciones extrajudiciales adelantadas por los encargados de la Fuerza Pública pasarían a la Justicia penal militar, y trascendería en impunidad.
Los que reclaman manifestaron que la justicia penal militar desconocería la aplicación de los derechos humanos en el proceso de investigación y al momento de juzgar.
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De acuerdo con vanguardia.com, la ley plantea que en estos fases relacionadas con el “conflicto armado o un enfrentamiento que reúna las condiciones objetivas del Derecho Internacional Humanitario, se aplicarán las normal y principios de este”.
El senador Iván Cepeda, del Polo Democrático, manifestó que la reforma hace que las conductas calificadas como violaciones de derechos humanos e infracciones graves al derecho internacional humanitario, se traducen en potestad y sean parte del ámbito de la justicia penal militar.
“En todo este debate la tesis de que la Justicia Penal Militar es una figura excepcional que solamente tiene cabida cuando se trata de conductas disciplinarias, propias del servicio militar; pero un falso positivo, una tortura, una desaparición forzada, u otra clase de violación de derechos humanos o crímenes de guerra, nunca podían ser consideradas como un delito que sea objeto de la acción de los jueces, e investigadores de la Justicia Penal Militar”, señaló.
Ángela María Robledo de Alianza Verde manifestó que la reforma puede convertirse en un privilegio a los militares.
El fundador de la Comisión Colombiana de Juristas, Gustavo Gallón, opinó que esta reforma abre paso a graves infracciones a los derechos humanos cometidos por los militares, entre los que destacan falsos positivos.
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