El expresidente de Ecuador, Rafael Correa (2007-2017), desestimó este lunes las acusaciones en su contra presentadas por la Contraloría del Estado y por el partido de oposición Unidad Popular (UP), que lo señalan por irregularidades en la contratación de deuda y en la negociación de contratos petroleros con empresas chinas durante su gestión.
"Pueden pedir medidas cautelares (…) que igual no tiene ninguna trascendencia", dijo Correa en referencia a la petición hecha por UP para que la fiscalía impida su salida del país.
Recién me entero de un supuesto “informe preliminar” sobre la auditoría de la deuda (que ya se había hecho) y de una “comisión de notables”, en la cual hay varios odiadores de la RC, para nuevamente “auditarla”.
— Rafael Correa (@MashiRafael) 8 de enero de 2018
Ojalá tod@s tengan claro lo que está pasando. ¡Ya es descarado!
Los denunciantes sostienen que en los contratos firmados por Ecuador con la empresa asiática en el Gobierno de Correa, supuestamente existió un perjuicio para el Estado por al menos 2.000 millones de dólares tras la intermediación petrolera.
El director nacional de UP, Geovanny Atarihuana, indicó que solicitaron al fiscal realizar "un acto urgente para que el expresidente sea convocado a declarar por las denuncias petroleras".
¿Entenderán que utilizando el tema de la deuda como “revancha política” se hunden ellos mismos? ¡Ya no podrán financiarse!
— Rafael Correa (@MashiRafael) 9 de enero de 2018
Cada vez es más claro que, en caso de ganar la consulta, darán un paquetazo, como ocurrió en Argentina.
No tienen otra opción de financiamiento.
Para el exmandatario Correa esta falsa acusación solo demuestra "la decadencia en la que ha caído el país", porque la oposición intenta "crear escándalos cuando habla de una aparente corrupción".
Correa insistió que lo que se busca es "hacer el show de que hay sobreendeudamiento" y que por ello "están cuestionado un decreto presidencial".