El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, destacó la importancia de las fuertes relaciones que mantienen actualmente Rusia y China como “garantía de un mundo multipolar y de relaciones democráticas".
Estas declaraciones las ofreció en referencia a la política injerencista de EE.UU. que él mismo ha denunciado en "los bombardeos de Libia y Yugoslavia, la invasión de Irak y la intromisión en los asuntos internos de Siria".
Sin embargo, el representante del Kremlin sostiene la disposición de su Gobierno en mantener las buenas relaciones "en igualdad de derechos": "podemos resolver problemas con la condición de que no haya intenciones de chantaje o de imposición de opiniones".
El titular ruso dijo que el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, le dijo a Lavrov que no preste atención a las palabras del Presidente Obama, que en la conversación por teléfono el pasado viernes, 14 de noviembre, llamó a Rusia "una de las principales amenazas en el mundo".
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