Dirigentes anti-golpes convocaron para el próximo domingo una nueva protesta en contra del golpe de Estado en Tailandia. La acción es emprendida para desafiar la medida militar que prohíbe las movilizaciones en el país.
Los convocantes, quienes no se identificaron, piden que se rechace la toma del poder por parte del sector castrense. Asimismo, sugieren que se lleven máscaras y estén listos porque "los soldados los perseguirán para capturarlos en la capital".
El llamado ha suscitado preocupaciones de que ocurra un enfrentamiento, debido a que el sector castrense reiteró que están prohibidas las manifestaciones y advirtió que no tolerará las protestas contra el golpe del 22 de mayo.
"Las autoridades adoptarán medidas legales contra quienes salgan a protestar'' contra el golpe, dijo el portavoz adjunto del ejército, coronel Winthai Suvaree, en conferencia de prensa. ``No toleraremos que ocurra esta situación'', advirtió.
La amenaza fue emitida después de que el mando militar bloqueara el viernes, por segundo día, una importante intersección en Bangkok para impedir la realización de alguna posible protesta.
La gran exhibición de fuerza de los militares con el despliegue de cientos de soldados durante la hora pico de la noche tuvo lugar en respuesta a las manifestaciones pequeñas pero casi diarias que han avivado las tensiones y la preocupaciones de que el ejército reprimirá las movilizaciones.
El poderoso jefe del ejército del país, general Prayuth Chan-ocha, defendió el golpe como un medio para la restauración del orden después de siete meses de crispación política cada vez más violenta.
En la última semana, la junta procedió a silenciar a sus detractores y advirtió que no tolerará la disidencia.
La junta militar ha convocado a más de 250 personas, entre estas miembros del gobierno al que derrotó y a otras prominentes figuras políticas, periodistas, profesores universitarios y activistas considerados críticos al régimen. Unas 70 personas continúan detenidas.
Entre las personas citadas figura el veterano activista social Sombat Boonngam-anong, aliado de los "Camisas Rojas'' que apoyaban al gobierno derrocado y que ha tenido una participación importante en la organización de las protestas contra el golpe.
Sombat pasó a la clandestinidad y convocó a una protesta en su página de Facebook. A través de las redes solicitó que 10 mil personas acudan disfrazadas para una ``fiesta de máscaras a fin de celebrar el golpe''.
Los manifestantes han comenzado a utilizar máscaras con los rostros de personalidades políticas, como el jefe del ejército, Prayuth.
"No hay necesidad de ser agresivos en la oposición contra el golpe. Sonrían, por favor, y tómenlo con calma'', declaró Sombat. "Las máscaras que utilicen... bastarán para el desprestigio de la junta militar'', agregó.
El golpe militar de mayo puso fin a ocho meses de manifestaciones antigubernamentales que causaron al menos 28 muertos y más de 800 heridos.
Este es el duodécimo golpe de Estado militar en Tailandia (el último había sido en el año 2006) desde la caída de la monarquía absolutista, en 1932, además de siete intentonas.