Investigadores de las universidades Saint Joseph de Philadelphia y San Diego en Estados Unidos (EE.UU.) realizaron un estudio en el que concluyeron que fotografiar platos de comida y compartir las imágenes en las redes sociales, en este caso Instagram, hace que la comida sepa mejor.
Dedicarse a buscar el mejor ángulo para hacer la foto retrasa a la persona en comerse la comida, pero además aumenta la sensación de placer al consumir el alimento.
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El estudio también arrojó que hasta los alimentos menos apetitosos, pero sí más sanos, también saben mejor, luego de capturar su imagen con el teléfono celular, reseñó Emerlad Insight.
El propósito de la investigación fue hallar los efectos que tiene sobre la persona compartir fotografías de alimentos en redes sociales, dado que puede dar inicio a campañas de marketing para impulsar a los usuarios a fotografiar su comida, analizaron los especialistas.