Tras una jornada cívica caracterizada por su tranquilidad, los centros de votación en Ecuador comenzaron a cerrar sus puertas para dar paso al escrutinio de los sufragios en los que se elegirán presidente y vicepresidente, asambleístas provinciales y nacionales, parlamentarios andinos, y la prohibición o no de que los funcionarios públicos tengan bienes o capitales en los denominados paraísos fiscales.
Al cierre oficial de los colegios electorales, algunas juntas receptoras de votos aún permitían sufragar a los electores que hacían fila, en cumplimiento de la ley electoral.
Los comicios presidenciales y legislativos, a los que estaban llamados más de 12 millones de electores ecuatorianos, iniciaron a las 07H00 local (12H00 GMT), y se desarrollaron con total seguridad y tranquilidad.