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La violencia en este país ha dejado un saldo de 1.3 millones de personas desplazadas.

La violencia en este país ha dejado un saldo de 1.3 millones de personas desplazadas. | Foto: EFE

Publicado 20 agosto 2021



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Un grupo armado realizó una emboscada a vehículos militares que garantizaban la seguridad de civiles en su viaje hacia Arbinda.

Un ataque perpetrado por extremistas contra un convoy militar dejó un saldo de 80 personas muertas, entre ellas 65 civiles y 15 soldados en el norte de Burkina Faso, confirmaron fuentes oficiales del Gobierno.

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El total de personas fallecieron en el asalto al convoy mixto de civiles en el cual se encontraban también elementos de las Fuerzas de Defensa y de Seguridad (FDS) y de Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP) que viajaba entre las localidades de Gorgadji y Arbinda.

El número de víctimas del ataque asciende a 80, incluyendo a militares y civiles, sin contar a los terroristas.

El convoy, que incluía 80 vehículos militares y ocupaba unos 600 metros, fue atacado hacia el medio día del miércoles en una emboscada que se alargó durante alrededor de cuatro horas.

El presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ordenó un luto nacional de tres días a partir del jueves y en memoria de las víctimas del ataque, según un decreto oficial.

La localidad de Gorgadji se encuentra en la provincia burkinesa de Séno, en la zona conocida como las tres fronteras. Esta región compartida con Mali y Níger es una de las más afectadas por la violencia.

La faja colindante con el desierto se sumió en el caos en 2012 como efecto colateral de la guerra desatada un año antes por países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra el Gobierno libio de Muamar Gadafi, en la cual resultó asesinado.

Esta violencia en Burkina Faso ha causado una crisis humanitaria sin precedentes en la que más de 1.3 millones de personas han huido de sus hogares desde 2019, mientras que los ataques, combinados con la violencia interna, han dejado un saldo de más de 1.500 muertos.

Anteriormente, el 4 de junio sucedió una masacre de al menos 132 civiles, entre ellos siete niños, en la localidad de Solhan, también al norte de Burkina Faso. Este fue catalogado como el ataque más mortífero de la historia de la nación y un crimen de guerra.

El asalto estuvo dirigido también contra un puesto de las milicias Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP).


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