En el marco de la reunión bilateral sostenida por China y Corea del Sur este viernes para sellar su reconciliación, tras la crisis diplomática y comercial surgida por la instalación del escudo antimisiles estadounidense (THAAD) en suelo surcoreano, los presidentes de ambas naciones acordaron no propagar una guerra con Corea del Norte.
El mandatario chino Xi Jinping y su homólogo surcoreano, Moon Jae In, se reunieron en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing este viernes y acordaron, además de otros acuerdos socioeconómicos, hacer un llamado para evitar cualquier guerra en la Península.
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Esta medida será tomada para hacer contraste a las políticas bélicas que sostienen los mandadatarios estadounidense y norcoreano, Donald Trump y Kim Jong-un, respectivamente.
El portavoz del jefe de Estado surcoreano, Yoon Young – Chan, informó a los medios de comunicación que ambos líderes coincidieron en que “no se debe permitir una guerra en la Península”, al tiempo que ambos concordaron en establecer una línea de contacto entre ambos dirigentes peninsulares.
El secretario de Estados Unidos, Rex Tillerson, ofreció en rueda de prensa comenzar conversaciones directas con Corea del Norte sin condiciones previas.
Con respecto a las declaraciones de Tillerson, el primer mandatario de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que su oferta de mantener contactos directos con norcorea es “una muy buena señal”.
Tillerson tiene pautado para este viernes una reunión ministerial en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre Corea del Norte en Nueva York, Estados Unidos, en la que tiene planeado persuadir a otras naciones para presionar a Pyongyan a abandonar sus progamas de armas nucleares, ante las inminentes sanciones de EE.UU.
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