El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñóz, concedió una entrevista publicada este domingo por el diario El Mercurio, donde comentó los objetivos de su gestión durante el recién iniciado mandato de Michelle Bachelet.
“Hay cierta arrogancia al pensar que somos un modelo, cuando no lo somos. No somos mejores que nadie, somos diferentes”, explicó funcionario gubernamental en relación con la imagen de Chile en la región durante la presidencia de Sebastián Piñera, quien entregó competencias hace pocas semanas.
En ese sentido, destacó que las relaciones bilaterales con Brasil y su presidenta, Dilma Rousseff, han retomado una dinámica más acelerada con la vuelta de Bachelet al poder; en contraste con el período de Piñera, cuando los acercamientos entre ambos países fueron escasos.
En relación con Venezuela, destacó que “lo difícil es ayudar”; sobre todo cuando lo único que se hace son declaraciones a la prensa. Sobre este punto, agregó que Chile también apuesta por “generar un diálogo amplio y constructivo” para solucionar las diferencias políticas en la nación presidida por Nicolás Maduro.
De igual forma, destacó que “Venezuela no es una dictadura; una situación semejante habría que condenarla sin apelación. Hay un gobierno democráticamente electo”; sin menospreciar la polarización, que desde su óptica, mantienen las tendencias políticas que hacen vida en esa nación suramericana.
A su vez, señaló que Chile y los demás países de la región priorizarán a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) como organismo internacional para asesor a la Conferencia Nacional por la Paz, idea promovida por el presidente Nicolás Maduro.
De acuerdo con cifras oficiales, el accionar de los grupos violentos en Venezuela desde el pasado 12 de febrero han dejado un saldo superior a 30 personas fallecidas; además de importantes daños materiales contra las sedes de algunos poderes públicos.