El Gobierno de Brasil estudia las propuestas presentadas por el presidente del senado de Brasil, Renan Calheiros, para superar la crisis económica que afronta la nación suramericana.
Según informó el ministro de Planificación, Nelson Barbosa, están estudiando 27 medidas expuestas para retomar el crecimiento del país y aumentar la seguridad jurídica.
Mencionó que alguna de ellas esperan por un debate y aprobación en el Congreso Nacional. El documento del líder parlamentario, denominado "Agenda Brasil", propone trabajar en tres puntos: ambiente de negocios, equilibrio fiscal y protección social.
En ella también se incluye la necesidad de emprender una reforma tributaria, crear una ley de Responsabilidad de las empresas estatales, y medidas para repatriar los fondos de brasileños del exterior y aumentar la edad de jubilación.
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Calheiros ha dicho que se trata de una contribución del órgano legislativo, a fin de encontrar una salida y consolidar las leyes y regulaciones para asegurar el desarrollo y la inversión.
Otra de las propuestas presentadas incluye perfeccionar el marco regulatorio de las concesiones para ampliar inversiones en infraestructura; revisar la legislación de licencias en la zona costera, áreas naturales protegidas y ciudades históricas; y diseñar un programa de estímulo al desarrollo turístico.
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Dilma reconoce crisis institucional
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reconoció que el país enfrenta una 'crisis institucional' y destacó la necesidad de que impere la armonía en los poderes del Estado para entre todos recuperar la economía de la nación.
La mandataría manifestó estas palabras en un encuentro celebrado el martes por la noche en el Palacio da Alvorada, residencia oficial en Brasilia, donde se llevó a cabo una cena con los jueces de la Corte. La reunión fue realizada para fortalecer al Gobierno antes de una marcha opositora convocada para este domingo.
Medios locales han resaltado que el acercamiento entre Dilma y el senador Calheiros debilitó a la oposición y disgustó al jefe de Diputados, Eduardo Cunha, quien ordenó a sus seguidores que el domingo hostiguen a la presidenta y al jefe de la Cámara alta.