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El plan de seguridad para la final del Mundial del próximo domingo en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, contará con unos 26 mil funcionarios.
La decisión se tomó tras un encuentro realizado este jueves entre los ministros de Justicia de Brasil, de Defensa, Relaciones Exteriores y de la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro.
"Analizamos todo lo que necesitaba ser objeto de detalle final y podemos decir que tendremos aproximadamente 26 mil hombres de la seguridad pública actuando aquí durante la final", dijo el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.
El operativo de custodia incluirá además a mil 500 agentes de seguridad privada.
Cardozo indicó que la seguridad debe estar dedicada tanto al acompañamiento de las autoridades, como a la protección de las delegaciones, de los turistas y de los brasileños.
Además de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, acudirán al Maracaná la canciller y el presidente de Alemania, Angela Merkel y Joachim Gauck; así como el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y los jefes de Estado y de gobierno de Finlandia, Hungría, Sudáfrica, la República Democrática del Congo, Gabón, Congo-Brazzaville, Trinidad y Tobago y Haití.
Estadio repleto
La FIFA colgó un cartel que decía “no hay entradas” en la taquilla virtual de su página web anunciando que está todo vendido. Ni siquiera los VIP pueden ya hacerse con una localidad para ver la final en Maracaná que enfrentará a Alemania con Argentina.
El Mundial de Brasil pasará a la historia (además de por la goleada que sufrieron los anfitriones en semifinales) por ser el segundo que más público ha llevado a los estadios. Sumando la final que queda por disputarse, más de 3.4 millones de personas habrán pisado las 12 sedes.
El furor por las entradas durante este Brasil 2014 ha sido tan desorbitado que el pasado abril se vendieron 126 mil 837 boletos en apenas cuatro horas.
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