El presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, advirtió sobre nuevas movilizaciones de refugiados y llamó a las potencias mundiales a realizar esfuerzos para impulsar la economía y crear puestos de trabajo en los países en desarrollo para reducir la extrema pobreza.
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Durante su discurso en el Instituto Alemán de Investigación Económica, en Berlín, Kim reveló que según las proyecciones del BM, la pobreza extrema solo se reducirá en un 6 por ciento para 2030 si se mantienen las tasas de crecimiento de la última década.
"Si los países más pobres mantienen al 47 por ciento de su población viviendo con menos de dos euros ( 2,27 dólares) al día en 2030, mientras el mundo desarrollado prospera, los flujos de refugiados no pararán", añadió Kim.
Como ejemplo de las iniciativas que podrían aplicar las potencias occidentales, destacó la decisión adoptada el mes pasado por el Banco Mundial para conceder a Jordania, un país que acoge ahora a más de un millón de refugiados sirios.
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"Si dejamos estos problemas por resolver, el riesgo de que aumenten los conflictos y crezcan los extremismos será muy real, como hemos visto en Oriente Medio, el Norte de África o América Latina", dijo.
Europa y los refugiados
El presidente del Banco Mundial indicó que Europa está redirigiendo fondos de cooperación para la atención de los refugiados en sus propios territorios.
Las declaraciones de Jim Yong Kim contradicen a la realidad que viven los refugiados al llegar al continente europeo, los miembros de la Unión Europea han usado los fondos para construir muros y contratar funcionarios policiales para reforzar su seguridad fronteriza.
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El reciente acuerdo entre la UE y Turquía contempla el pago a Ankara de casi 6 mil millones euros (6 mil 820 millones de dólares) para repatriar a los refugiados que lleguen a las islas griegas.
Organizaciones de derechos humanos critican el pago a Turquía y señalan que por qué el dinero no se destina a la reconstrucción de Siria para que los refugiados sirios retornen a su país.