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Los holdouts, conocidos como fondos buitre, (NML Capital, Aurelius, Blue Angel y Olifant) reclaman al Gobierno de Argentina, una cláusula de confidencialidad en las negociaciones, y en caso contrario no aceptarían ninguna propuesta. Esto desmiente lo dicho por el secretario de Finanzas de ese país, Luis Caputo, de que "va a ser de carácter público".
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Fuentes cercanas a la negociación informaron que, al igual que la Argentina, ellos (los holdouts) presentarán una propuesta en la semana del 25 de enero. Pero ponen una condición: las cláusulas de negociación deben ser secretas, según una de las fuentes que participó del encuentro.
Por su parte Luis Caputo, le comunicó a quién ejerce su rol de mediador, Daniel Pollack, que cualquier oferta presentada por la Argentina "será pública". Aseguró que el Gobierno presentará una propuesta concreta en la semana del 25 enero.
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Los holdouts que enjuician a la Argentina por la deuda pública en Nueva York “jugaron una nueva carta para presionar al Gobierno”, luego de que el Ejecutivo se mostrara dispuesto a realizar una oferta para cerrar el conflicto, reseñó la agencia de noticias Bloomberg.
La negociación estaría "en riesgo ya que los holdouts no enviarán su propuesta hasta que los funcionarios argentinos no firmen el acuerdo de confidencialidad".
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El economista Aldo Ferrer valoró los canjes de 2005 y 2010 de los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) que aceptaron el 92 por ciento de los acreedores para reestructurar sus bonos.
Argentina lleva 14 años de litigio con los fondos especulativos por la reestructuración de una parte de la deuda que fue contraída hasta la grave crisis del año 2001, cuando la nación se declaró en suspensión de pagos.
La gestión de la expresidenta intentó que los fondos buitre aceptaran las mismas condiciones que el Gobierno había acordado con el resto de los acreedores.
