La Revolución Ciudadana que lidera el presidente de Ecuador, Rafael Correa, llega a su décima victoria electoral consecutiva, consolidando así a Alianza PAIS como la primera fuerza política del país, pese al revés en Quito (capital), calificada por el Mandatario como la más reducida de todas las victorias.
Sobre los resultados de las elecciones seccionales celebradas el pasado 23 de febrero, Correa la calificó como “la victoria más reducida” porque según indica visibilizó "errores de campaña, y poca estructura en su movimiento político".
Alianza PAIS, el partido del presidente Rafael Correa, obtuvo 68 alcaldías y 10 prefecturas, seguido por Avanza, un partido social-demócrata cercano a la Revolución Ciudadana, con 37 alcaldías, mientras que el Partido Socialista llegó al sexto puesto con 13 alcaldías, los tres perfilan un posible frente de izquierdas.
En opinión del Mandatario emitida el sábado, su partido actuó con “sectarismo”, debido a la negativa de sus dirigencias a establecer alianzas locales y proponer candidatos que no estén en esa tienda política, lo que se vincula al revés que obtuvo en ciudades importantes, como Quito, Cuenca o Loja.
Asimismo valoró la idea de alcanzar orgánicamente una vinculación con los movimientos indígenas,
en referencia al resultado obtenido por Pachakutik, el partido que representa en elecciones a muchos movimientos indígenas de la zona andina y en la Amazonía.
Avanza, un partido creado hace un año y medio y cuyo director, Ramiro González, es miembro del Gabinete de ministros del gobierno, disputó en varias localidades con PAIS, ante la ausencia de alianzas, pese a su cercanía ideológica.
Recalcó que el fin no es el partido Alianza PAIS sino la Revolución Ciudadana.
Galo Mora, secretario nacional de PAIS, dijo en una entrevista al diario El Telégrafo publicada el viernes que Avanza no quiso una alianza para evitar ser invisibilizados por el partido oficialista.
El jefe de Estado ha explicado que su partido no posee estructura. Ante la derrota en la reelección de Augusto Barrera en Quito, "no hubo acciones contundentes a favor del candidato Augusto Barrera, lo cual fue visto como un distanciamiento de los militantes con las aspiraciones de las localidades".
El presidente dijo que su partido exhibió exceso de confianza, pues los candidatos, en vez de posicionar su proyecto, utilizaron la imagen de Correa y esperaron tener resultados electorales.