El Gobierno alemán aseguró que se trata un operativo de control y no de cierre o prohibición de entrada al país. Insisten en solicitar apoyo a la Unión Europea.
El Gobierno de Alemania informó este martes que mantendrá los controles de seguridad en sus fronteras hasta el próximo 31 de octubre, con el fin de regular el flujo masivo de refugiados que se ha mantenido en los últimos meses.
Según un portavoz de Ministerio de Interior, la situación en las fronteras del país les obliga a no poder renunciar a esta medida, que se puso en marcha el pasado 13 de septiembre.
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“Tenemos que volver a un manejo ordenado de la política de los refugiados", señaló el funcionario teutón ante la estimación del gobierno de recibir entre 800.000 y un millón de refugiados en 2015.
El ministro de Interior alemán, Thomas de Maiziér, reconoció que estos controles no solucionan el problema, pero contribuyen a reducir el número de refugiados, “se puede restablecer un poco el orden en la frontera y lanza el mensaje de que Alemania necesita y merece la solidaridad europea”, aseveró.
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El Gobierno germano ha sostenido que sólo podrán entrar al país desde Austria, pero si reúnen la documentación necesaria. Se prohíbe el acceso a quienes hayan sido registrados en otros países de la Unión Europea, donde conforme al Acuerdo regional de Dublín, deben pedir formalmente asilo político.