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Ascendieron a 350 las réplicas de sismos, después de los cuatro terremotos superiores a cinco grados de magnitud que sacudieron este miércoles la región central de Italia, donde se registraron dos personas fallecidas a causa de este fenómeno de la naturaleza.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) informó que todas las réplicas oscilaron entre dos y tres grados, excepto dos de 4,2 y 4,3.
Los sismos se concentraron en las localidades de Montereale, Pizzoli, Capitignano, Campotosto y Cagnano Amiterno, en la provincia de L'Áquila y Amatrice, en Rieti, pertenecientes a las regiones de Abruzo y Lacio.
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Las replicas se localizan en una franja de 10 a 15 kilómetros de largo y cinco a seis de ancho, en una zona de peligrosidad sísmica elevada situada entre el área afectada por la secuencia del terremoto de L'Áquila en 2009 y la iniciada el 24 de agosto del año pasado, la cual devastó Amatrice y otras comunidades aledañas, con un saldo de 299 muertos.
El INGV informó que podrían ocurrir nuevos sismos de magnitudes comparables o superiores a los producidos, entre los 5,3 y 5,5 grados, debido a que los más recientes movimientos forman parte de la secuencia del terremoto del 24 de agosto de 2016.
Solo se reportan dos víctimas a causa del terremoto. La primera, un anciano de 83 años que fue hallado entre los escombros de su vivienda en Castel Castagna, en la provincia de Pescara, y la otra, un hombre quien se encontraba en el hotel Rigopiano, sepultado por una avalancha, provocada al parecer por los sismos.
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Equipos de rescate prosiguen este jueves las labores de búsqueda y rescate en esa instalación turística ubicada a 1.200 metros de altura en la cadena montañosa del Gran Sasso y en la cual se encontraban 29 personas al momento de producirse la tragedia, de las que tres sobrevivieron.
